martes, 27 de octubre de 2009

Contrastes grisáceos

La alegría es un sublime y sutil estado de profunda tristeza.

Radiohead, "Fake Plastic Trees" --> http://www.youtube.com/watch?v=pKd06s1LNik

lunes, 26 de octubre de 2009

Último deseo

Si pudiera tener una muerte lenta y, prácticamente, anunciada; si la guadaña no se me lleva repentinamente... pediría que en mi lecho de muerte volviera a escuchar esta bella canción. Ha sido una melodía que, en los peores momentos, ha sabido calmarme y, sobretodo, sacar esperanzas de la desesperanza.

Sigur Rós, "All Alright" --> http://www.youtube.com/watch?v=XmQuIsDnQ3k

Cereales con leche

Esta mañana he desayunado cereales con leche. Al lado estaba mi padre, también estaba degustando cereales humedecidos en leche. He decidido poner algún sonido diferente para acompañar los crujidos y los sorbos de leche, estoy un poco harto de levantarme con las noticias de nuestro mundo. He puesto música tibetana, Nawang Khechog. Cuando ha comenzado a sonar mi padre no paraba de decir: "¿Pero que es esto?", "Que música mas aburrida" y la ristra de comentarios por el estilo que os podéis imaginar. Yo me estaba descojonando, parecíamos dos monjes de Lhasa invadidos por los productos alimenticios de Occidente.
Cuando rebañábamos los cuencos de cereales, ya pastosos, mi padre ha soltado la guinda: "Me pone nervioso esta música". Yo, interiormente, no podía parar de reírme y, al final, he soltado el típico comentario que soltaría un snob asqueroso con ganas de hacer de sus palabras un auto-onanismo: "Esta música permite que pienses en ti, las noticias te hacen olvidarte de ti mismo; por eso te pone nervioso"



En mi imaginación no podía caber ni un gramo más de alocada locura... me imaginaba un grupo de monjes tocando música tibetana, en su monasterio de Lhasa. De repente, un monje se levantaría con su té de mantequilla y se lo tiraría a los músicos, destrozando sus tambores y sus largos cuernos, mientras gritaba: ¡Parad esa mierda! ¡Me pone nervioso!. Al otro lado de la mesa, se encontraría un monje atípico: fumaría un cigarrillo de liar, liado con maquinilla; llevaría ropa pseudo-snob de cualquier tienda de ropa que imitara a la perfección la ropa que llevarían sus ídolos; a su vez, sostendría en sus manos un libro: "Cómo dar consejos para parecer atractivo, interesante y culto", estaría leyendo el capítulo 5, "Cómo acallar, muy educadamente, la ira de un sujeto para parecer culto, sereno y atractivo a una tercera persona". De esta guisa, el monje atípico leería en voz alta su capítulo para acallar aparentemente la ira de su amigo exhaltado, intentando llegar a los oídos de los músicos, a ver si podía persuadir a alguien con sus solemnes palabras y pasar una noche juntos, para "conocerse".

Mientras todo esto volaba en mi imaginación, me costaba tragar los cereales que quedaban, pues la risa estaba a flor de piel. La música tibetana aún seguía sonando. Mi padre no entendía muy bien la proferencia snob que había salido de mi boca; sinceramente, yo tampoco la entiendo ni la comparto, la he lanzado por augmentar el estado de comicidad en que se veía envuelta la cocina. Eso sí, mi padre se ha tomado en serio mi broma snob y me ha lanzado un: "Los filósofos deberían hacerse entender a las masas, deberían llegar al pueblo"


No han sido pocas las veces que he estado en total acuerdo con la afirmación de mi padre; pero cabe matizar esa afirmación. En la antigua Grecia era el conferenciante quien debía potenciar su naturaleza para llegar a entender los pensamientos que se forjaban en el diálogo y así, llegar a entender las ideas establecidas.
No es lo mismo un pensamiento que una idea, un pensamiento discurre, se dialoga, se cambia, se vuelve a reformular; una idea se da a través del pensamiento, pero la idea es estática, hija de su tiempo, hija de su propio contexto del que no puede escapar pues, sin él, no existe. Sé que éste es un apunte anacrónico, leído desde nuestro tiempo: en la antigua Grecia, decir que una idea era hija de su contexto, que hacía abstracción de lo universal (p. ej. la idea de "belleza" en el medievo y la idea de "belleza" en la actualidad) era impensable; pues las ideas eran algo universal y estático, el mundo se regía por ellas. El cambio y el devenir se hacían con arreglo a lo ideal, a lo universal, a la idea; el mal cambio o el devenir inesperado eran una mala imitación del ideal. Hoy en día solemos pensar que hay ideas estáticas (ideas abstractas, que se abstraen del contexto universal de la historia) e ideas en devenir (ideas que fluyen con el devenir de la historia, que se entienden a través de su reconciliación con sus antepasados, incluyéndolos y no destruyéndolos). El primer tipo de ideas pertenecen a lo que vulgarmente entendemos por "idea" y el segundo a lo que solemos llamar "pensamiento". Y, evidentemente, esta forma de diferenciar entre pensamiento e idea es una amalgama rara teñida por el paradigma hegeliano que, tarde o temprano, será substituido por cualquier otro; si no lo ha sido ya. En consecuencia:
ESTO HA SIDO UNA IDA DE OLLA, NO HAGÁIS CASO DE LO QUE HE INTENTADO EXPLICAR EN ESTE APUNTE.
Estábamos diciendo que en la antigua Grecia era el conferenciante el que intentaba llegar hasta el nivel del maestro que se expresaba, siempre teniendo en cuenta los límites de su propia naturaleza. Hoy en día, es el maestro quien debe rebajar la exigencia de su pensamiento para hacer compresible la lección al conferenciante. Esto puede entenderse en ámbitos didácticos primarios; es evidente que la divulgación es necesaria. Eso si, se están confundiendo los frutos caídos del árbol con el árbol mismo: la divulgación está suplantando al mismo estudio que la permite. Es como hacer una casa empezando por el tejado... ya sabemos lo que pasa, que se va a la mierda.
No podemos pretender, en el siglo XXI, volver a ser cómo los griegos; esto es imposible por dos motivos:
  1. Porque nuestro contexto lo impide
  2. Porque jamás sabremos cómo fue aquél pueblo. Siempre que estudiamos algo lo hacemos desde nuestro contexto, no podemos jugar a ser Dios. No podemos deshacernos de nuestro contexto, el lenguaje de nuestro tiempo siempre influenciará el estudio histórico. El estudio de la historia conlleva una contradicción: exige claridad y veracidad desde una perspectiva totalmente diferente a la estudiada.
Entonces, si somos hijos de nuestro tiempo, y nuestro tiempo quiere edulcorantes, necesita opiáceos, prefiere la divulgación facilona antes que el estudio sufrido. Si la sociedad no desea romperse los sesos, si quiere despreciar el dolor, si quiere rehuir el sufrimiento, si quiere aceptar la amargura con la ayuda de los edulcorantes, en vez de sacar algo en claro de dicha amargura... entonces la divulgación, la aparente claridad de lo complicado, acabará por comerse a su propio padre: el sufrido estudio. ¿Cómo lograr una salida a tal escollo? ¿Cómo compatibilizar educación, divulgación e investigación?


Nos vamos a permitir parafrasear a Jesús, sacarle de su contexto, va contra mi ideal de lo intelectualmente correcto, pero nos irá muy bien para aclarar la cuestión. Es posible que las palabras del ungido nos aporten un poco de luz al problema:
Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios
Luc., XX, 25
En este contexto, esta frase nos puede ser útil: la exigencia intelectual debe ir en acuerdo con el contexto en el que se expresa. La educación, la divulgación y la investigación precisan de diferentes medios, esfuerzos y exigencias. El filósofo debe ser claro y, por mucho que a Sócrates le pese, en nuestro contexto histórico esto significa que el filósofo debe adaptar su discurso según el tipo de audiencia que tenga. Eso si, el filósofo, ni que sea como una disculpa a Sócrates, debe exigir el esfuerzo del conferenciante para entender lo que se explica; es el esfuerzo el que transforma, el que nos hace estar vivos, los edulcorantes son placenteros pero matan.


Al final, pobre Sócrates y pobre Platón, ha acabado venciendo el "demos". El pueblo se ha impuesto y ha obligado a la filosofía a dilucidarse entre los conceptos abstractos del mismo "demos", surgiendo patrañas como la autoayuda y las CIENCIAS sociales.
No soy muy amigo de los extremos, no deseo ni una élite filosófica que nada tenga que ver con el mundo que pisa, ni una vulgar imitación de la filosofía vendida a 1€ en los kioskos. Prefiero quedarme con lo apuntado arriba: hoy en día el filósofo debe adaptar su exigencia según el tipo de conferenciante con el que se encuentre. El filósofo está llamado a ser una persona líquida, en devenir, cambiante: intelectual en conversas de café y alocadamente psicodélico en una rave. Como diría el viejo Bruce: be water my friend

domingo, 25 de octubre de 2009

Preparación de la Marxa del Garraf

Hoy, sin necesidad de alistarme a ningún ejército, he podido comprobar el ridículo sabor de la guerra. He salido a caminar y trotar por los bosques de Puigmadrona y Papiol, para preparar los 45km de la Marxa del 8 de Noviembre. Y trota que te trotarás he escuchado un disparo, me he detenido en seco y he vuelto a escuchar otro, y otro... y otro. Se escuchaban tan cerca que decidí agacharme, bastante tenía ya con estar sudando como un cerdo para que, encima, me dispararan vilmente en mis cuartos traseros. Imaginaos mi cara, entre la sorpresa y el temor de que me perforaran el culo; decidí arrastrarme y salir del sendero, alejándome del sonido. Para mi sorpresa, cuando salí al camino principal, me encontré con un precinto policial que yo no había visto, supongo que lo había saltado, con la emoción de las endorfinas y la música que sonaba en el mp3. Justo al lado del precinto había colgado un cartel enorme que advertía: "PERILL, BATUDA DE PORC SENGLAR". Me he descojonado y he pensado que, por unos momentos, había sido ontológicamente idéntico a los perseguidos jabalíes. En fin, Vietnam ha llegado a nuestros bosques.

viernes, 23 de octubre de 2009

Manifiesto humilde

<<El artista que sólo pretende ser entendido por los inteligentes corre el peligro de no ser tan admirado por éstos como por los que quieren parecer inteligentes con admirarle>> Jacinto Benavente

<<La claridad es la cortesía del filósofo>> Ortega y Gasset, recordando a Aristóteles

miércoles, 21 de octubre de 2009

Joe Crepúsculo, ¿trovador del siglo XXI o músico feriante?

En cada canción, bajo el martilleo incesante de sonidos sintetizados, se nos muestra un mensaje profundo, escondido bajo una letra aparentemente frívola. Puede ser que esta canción sea una crítica contra todo el tinglado de las discográficas, que deciden lo que "Suena Brillante" y lo que no; un alarido lanzado a través de la música de Joe que, sinceramente, al principio es indigesta pero paso a paso tu cuerpo va tolerando la ausencia de conceptos y etiquetas musicales... o puede que sólo sea una canción para bailar borracho.


Myspace de "Joe Crepúsculo" --> http://www.myspace.com/joecrepusculo


Crítica vinícola: "Viñas del Vero, Colección Gewürztraminer 2007"

El terreno situado al pie de una cordillera, el somontano, nos brinda el vino de esta crítica. El somontano aragonés de mayor relevancia vitivinícola se halla a caballo entre la Sierra de Guara por el Sur y la imponente Ordesa por el Norte. La vid de la variedad Gewürztraminer , con la que se elabora este caldo, se cultiva en el pago de "El Enebro" situado a las afueras de Barbastro y muy cercano al río Vero.
Esta es una tierra que amalgama el llano y la montaña, una Denominación que se inscribe en la diversidad orográfica del Somontano. Se dan diversas condiciones que hacen de los caldos de esta zona adquieran propiedades únicas: una alianza entre el influjo de Ordesa, las aguas del Vero, la presencia del Prepirineo, el suelo arcilloso y la gran diferencia entre las estaciones; pasando de
las heladas invernales a las primaveras con lluvia moderada, y de los agostos calurosos a los otoños soleados.


La bodega Viñas del Vero ha sabido aprovechar este entorno diverso y ha incorporado una vid ajena a estos suelos aragoneses: la uva Gewürztraminer. Una baya que, siendo más propia de zonas de cultivo alemanas y de la Alsacia francesa, afirma el carácter equívoco del Somontano aragonés. Con el caldo Colección Gewürztraminer 2007, la bodega de Barbastro ha sabido experimentar respetando la tradición: se ha incorporado una uva que destrona a la clásica Macabeo como reina de los blancos aragoneses y se ha seguido un proceso de elaboración que se distancia de la elaboración típica de los caldos blancos del Somontano. La uva se vendimia días antes de que madure del todo, evitando que despliegue todos sus azúcares, con la intención de crear un vino de fresca acidez. El proceso de maceración en frío de las uvas recién vendimiadas contribuye a esta acidez evitando la proliferación de azúcares en el mosto, que acabarían confiriendo una graduación demasiado alta al caldo.


Este es un vino innovador, tanto por su proceso de selección como por la singularidad de la Gewürztraminer en la península, cultivada sólo en el Somontano aragonés. Un caldo que muestra como la experimentación y la curiosidad pueden dejar a un lado, siempre desde el respeto, la estática tradición. Viñas del Vero, ha entendido que no siempre lo que se hace desde la tradición es lo que da mejor resultado. Hace años no era extraño pensar que, principalmente en el arte y la gastronomía, lo canónico es sinónimo de identidad. Si el arte es arte, es porque este responde a unas condiciones claras de lo que tradicionalmente se entiende por arte. Si la gastronomía es gastronomía, es porque ésta responde a unas recetas ancladas en la tradición. Sólo se permitía el calificativo de "obra artística" a un Velázquez o a una estatua griega. Y tampoco es muy lejano pensar que la comida por excelencia era la de la abuela y que el buen vino era un tinto de la Rioja o un Ribera del Duero.
A pesar de todo, lo que ayer fue una utopía es hoy una realidad. La mirada estética ha cobrado múltiples formas y hoy llamamos "arte" a objetos que hace cien años eran considerados utensilios cotidianos. Es ese mirar, ese descubrimiento, el que permite que llamemos arte a una rueda de bicicleta en un taburete y que incluyamos la cocina de vanguardia en las guías gastronómicas. Es ese experimentar el que permite que explotemos los sentidos que la naturaleza ha reunido en nosotros.

Para la cata y degustación de este vino es importante hablar de la tradición y de la creación de nuevas miradas a partir del experimentar. Esa nueva mirada no dejará indiferente al amante de la variedad Gewürztraminer . Una vid que se expresa en vinos eminentemente dulces, dejando al Gewürztraminer del Somontano en un lugar especial en el ámbito de los caldos elaborados con esta variedad. Elaborado con un curioso proceso de elaboración, se expresa de forma totalmente diferente a los vinos de la misma variedad cultivados en Alemania y Francia. Con este caldo queda claro que el vino no sólo depende de la variedad que lo conforma, sino también del paisaje en el que se cultiva. Y el Somontano, como este Viñas del Vero, es equívoco, diverso y tremendamente atractivo.

"Viñas del Vero Colección Gewürztraminer 2007" es un vino joven que no tiene crianza en barrica. Al descorcharlo, hay que tener claro que ha sido vendimiado a finales de Agosto de 2007 y, por su juventud, no recibe con gusto la decantación. Exige una oxigenación muy liviana, con la fase visual de la cata es suficiente; no hay que olvidar que, siendo un caldo persistente, los jóvenes suelen ser más volátiles. Si que pide cierta temperatura para apreciar sus aromas, entre 7º y 8º para apreciar los aromas primarios y entre 9º o 10º para apreciar los secundarios.

Con la capa de este Gewürztraminer se perciben signos de su elaboración, como la viveza cromática que apunta a su acidez en boca debido a una vendimia temprana. La lágrima se desvanece rápidamente tras el giro de la copa o si persiste es de una densidad escasa, lo que apunta a una concentración alcohólica baja. Tiene un escaso espectro cromático en el reflejo sobre un fondo blanco: parte del amarillo pajizo y deviene hasta la limpidez de la transparencia. Puede llegar a tener un tono acerado en el menisco, propio de los vinos blancos jóvenes; aunque este tono acerado siempre se mezcla con el amarillo pajizo. Custodiando el menisco, el ribete aparece nítido, completamente transparente. El tono amarillo pajizo descarta el influjo de la crianza en madera de este caldo.

En la fase olfativa, aparece una complejidad aromática intensa que hace difícil la distinción entre los aromas del mosto y los aromas propios de la maceración.
El contacto del olfato con el vino es amable, descubriendo aromas agradables, frescos y frutales.
Con esfuerzo se distinguen los aromas primarios, únicos en un vino Gewürztraminer, gracias a la vendimia temprana. En la serie de aromas balsámicos se da un cierto guiño al aceite de pino, sobretodo cuando el vino no ha sido oxigenado del todo. Este aroma balsámico será recordado en boca a través de la untuosidad. En los aromáticos a madera, se da una clara idea a madera verde, propia de la recolección temprana de la baya. También tienen algo que decir los efluvios especiados, notándose claramente el ligero picor en nariz de la pimienta verde unido al recuerdo de la cebolla reposando en la despensa. La serie de aromas florales sobresalen entre los aromas primarios de este vino: se da la clara idea del manzano en flor, unido a la suavidad de la tila y contrarrestado por la ligera acidez del limonero. Aunque por encima del manzano, la tila y el limonero, destaca el claro olor a rosa fresca que confiere un carácter eminentemente floral al caldo. Este Gewürztraminer tiene claros recuerdos frutales, en él se expresan de forma impactante el aroma a manzana Golden recién cortada y el recuerdo lejano a limón. El vino recuerda también a hoja de parra, un aroma que puede resultar insultante a la armonía floral del vino que se corrompe con la vegetalidad de la parra; aunque también puede ser visto como un síntoma de la verdosidad típica de los vinos agridulces. Es importante mencionar el claro aroma a roca caliza, esa mineralidad que después se expresará a través de una sutil aguja en boca.

Los aromas de la fermentación son mucho más discernibles con una temperatura adecuada para ello y sin dejar oxigenar demasiado el vino ya que este pierde su vinosidad o aromas alcohólicos con la evaporación natural de los aromas fermentados. El aroma a alcohol queda relegado por la fuerte presencia de los aromas frutales y florales del mosto, hecho que remarca el equilibrio de este vino entre la potencia aromática y la vinosidad. Los aromas etéreos recuerdan, siempre entre la dulzura y la acidez, a caramelo ácido. El aroma a trigo viene dado, más que por el olfato, por el color pajizo del caldo. El influjo de la idea de sidra se denota claramente en el olfato, recuerda esa acidez que linda entre la seriedad de la tradición y la festividad de la experimentación. Un aroma que persistirá en boca a través del recuerdo a burbuja casi imperceptible, tan típico de la sidra escanciada.

La aromática final de este vino se expresa a través de un vino floral, mineral, frutal, elegante y con unos aromas persistentes aunque se trate de un joven. p
Persistencia que denota la calidad del mosto y, por tanto, de la parra cultivada en “El Enebro“.

Con el paso en boca, se afirman muchos de los aromas encontrados en la fase olfativa. Si muchos no quedan claros, en esta etapa se encuentran claramente.
El sabor en boca es el afrutado típico de los monovarietales Gewürztraminer. Tiene una ligera aguja que suele ser normal en los vinos de esta variedad; este pequeño picor recuerda a la frescura de la sidra o a la verdosidad del chacolí. La acidez y el frescor se unen a esta amalgama de sabores verdosos que son rematados por un aroma dulzón. Es un vino de una complejidad intensa. Con el primer contacto en boca puede parecer que Colección Gewürztraminer 2007 sea el típico vino blanco con una asperidad leve unida a la tradicional sensación de frescor. Pero estamos ante un caldo que experimenta y sorprende, pues sorpresa y experimentación van de la mano. Es un vino ligeramente áspero con mucha frescura y nervio. Una asperidad, una frescura y un nervio unidos a la idea de manzana Golden recién cortada, al recuerdo a pimienta verde, al caramelo ácido, al manzano, a la verdosidad de la parra, a la mineralidad de la tierra y a la frescura de la rosa. Todos los sabores frutales y florales que se perciben en nariz se reafirman en boca. En el retrogusto se confirman estos aromas primarios, haciéndose muy eminentes la rosa, el aceite de pino y la manzana Golden recién cortada.
Pero con el paso en boca se revela algo sorprendente, una untuosidad clara que nos recuerda a aquél aceite de pino. Se ha dicho ya que este es un vino monovarietal, pero su capacidad de diversificación, su capacidad de combinación, hace que tenga la complejidad gustativa de un vino vendimiado con diferentes uvas. Es un vino eminentemente redondo, combina perfectamente la frescura y nervio de la acidez con la untuosidad de los taninos. Un caldo que aparece graso en boca debido a la gran calidad de sus taninos. En principio podría parecer que la verdosidad del vino acalla esta untuosidad, pero también hay que pensar que esa verdosidad le confiere un sabor totalmente diferente a un Gewürztraminer normal.
La persistencia final en boca de este vino es elevada, dejando una clara sensación untuosa, incluso minutos después del último sorbo.

El hecho de vendimiar cuando la uva aún no ha madurado, dotan al vino de unas capacidades de maridaje inimaginable para los vinos típicos de su variedad. La mixtura entre frescura, nervio y untuosidad hace que este vino se desmarque del maridaje que suelen tener los vinos de su misma uva. El "Viñas del Vero Colección Gewürztraminer 2007" no sólo acompaña los postres, quesos grasos y la comida oriental que maridan con los caldos de esta variedad procedentes de Alemania, sino que también se atreve con los segundos platos y los aperitivos. Marida, por su nervio, de manera excelente con el marisco; por su acidez, con los pescados blancos; y por su untuosidad, con todo tipo de quesos grasos. Tampoco le van nada mal platos como el salmorejo, las ensaladas o las pastas con salsas de pescado o verduras.

“Viñas del Vero Colección Gewürztraminer 2007” demuestra que no todo está escrito y dicho, muestra que muchas veces nos centramos en buscar lo perfecto, lo acabado cuando el hombre sabe que es, en sí mismo, algo impuro. Se podría decir que lo puro del hombre es su impureza. En la amalgama, en lo equívoco, es a veces donde se halla lo más interesante. La humanidad es impura contingencia, lo propio de él es la impureza, la amalgama, la diversidad, lo equívoco. La univocidad, la universidad, la necesidad, son proyecciones del hombre hacia lo que desearía ser pero nunca alcanza. En el mundo vitivinícola, muchas bodegas han perseguido, con un excesivo respeto por la tradición, ese intento de perfección; y han logrado vinos de una calidad excepcional, pero que no descubren nada nuevo. Viñas del Vero ha experimentado, y lo ha hecho desde el respeto que la tradición se merece: aprehendiendo lo que ha ofrecido pero sin acompañar esta aprehensión de una sumisión. Con este acto de experimentación y curiosidad, tan natural al hombre, se crea el caldo "Viñas del Vero Colección Gewürztraminer 2007", un blanco sin crianza, redondo, elegante y muy equilibrado. Un caldo que a la vista es nítido y límpido, siendo su color predominante el amarillo pajizo; en nariz es floral, frutal, fresco y persistente; y, en boca, presenta una amalgama extraordinaria entre frescura, nervio y untuosidad.
Y, todo hay que decirlo, podemos tener un vino experimental en nuestra mesa sin desembolsar una gran cantidad de dinero, aprovechando el crédito sobrante para encontrar productos que mariden con este caldo. Se culminará de esta forma el espíritu de este caldo que, experimentador y curioso, pasará a formar parte de seres eminentemente curiosos y experimentadores.











Marxa del Garraf

Estoy buscando la destrucción de tejidos y la construcción de conexiones neuronales increíbles a través de un jadeo armónico. A veces los aposentados señoritos del mal llamado 1r mundo necesitamos mierdas cómo esta para desgastar nuestro físico y que afloren los sentimientos más primitivos, menos artificiales... hay mucha gente, muchos héroes, que no buscan al sufrimiento cómo compañero esporádico... pues lo llevan apegado a sí mismo desde que el sol despunta en el horizonte. A veces me siento hipócrita, a veces hijo de mi tiempo, a veces egoísta y, sólo a veces, humano. En fin: el 8 de Noviembre mi cuerpo se desplazará unos 45km entre matorrales, arroyos, senderos...

jueves, 15 de octubre de 2009

Oda a la entrañable lucha de los progenitores

Tienen tuétano, tienen pelo, tienen hambre y tienen sueño. Suelen tener ganas de hacer el amor, ganas de matar y ganas de morir mientras intentan vivir. No tienen miedo a navegar en este mar embravecido, acercándose a los acantilados para poder escuchar el viento abrazando la roca, sabiendo que su navío puede acabar abrazando también las mismas rocas que acojen a ese viento que los estremece. Los encontrarás cantando un bolero parapetados tras una trinchera, fumándose un cigarrillo liado en el descanso de 5 minutos de su extenuante pero tan deseado trabajo. Si paseas por delante de cualquier juzgado, los encontrarás bromeando con sus abogados intentado sacar una mueca risueña a la adversidad... aún cuando saben que se juegan su vida y la de su familia en la proxima sentencia. Los podrás sorprender haciendo la cena a sus cansadas mujeres, tratando de encontrar el amor que les ha sido negado en esa fábrica... con el cruel y frío repicar en la pared de ese reloj que nunca pasa; y ellos se ríen a carcajadas de ese maldito reloj sabiendo que, al volver a casa, tendrán a alguien a quien poder alimentar y acurrucar... mientras él, pobre esclavo de sí mismo, seguirá colgado en la pared, dando vueltas y vueltas a sus horrendos y repetitivos problemas. Los podrás encontrar en la cola del INEM sin perder la sonrisa y esperando la llegada de cualquier ángel con un contrato basura. Ellos no perderán la cabeza en la sala de urgencias, los encontrarás haciendo gala de su humor mientras un practicante les mete una pegajosa sonda por la nariz. Jamás insultarán ni vejarán a un enemigo sino que, al contrario, le darán un enorme abrazo; y el enemigo que antes era tan amigo, no sabrá cómo responder ante tanto respeto.
Ellos son héroes. Y lo mejor es que nunca lo sabrán, mejor así.





jueves, 1 de octubre de 2009

La entrañable visita de las tres parcas

La recibí en mi casa, no pude evitarlo. Yo aún andaba en pijama y mi cabeza quería creer que aún seguía durmiendo... intenté acallarla sorbiendo restos de café de una taza que creía haber perdido. Encontré el café extrañamente amargo, no me sorprendió que estuviera frío pero la amargura obligó a mis labios a dibujar una mueca de rechazo, casi cómica; aun así, mi cabeza agradeció su dosis diaria de amargura.


"La vida es así, un constante ir y venir entre la amargura y el placer. A los humanos os cuesta comprender que la vida es sinónimo de dolor... os empeñáis en creer que la vida es el antónimo perfecto de la muerte, cuando es bien sabido que la armonía está hecha de desarmonía, la concordia de discordia y la paz de guerra"


La miré y sonreí. Supe que era tarde para reaccionar pero era aún pronto para entender. Tuvo la delicadeza de dejarme comprender, de arrancarme a tiras la piel y tener el placer de seguir vivo. Tuve una buena muerte, tuve una buena vida.