lunes, 1 de marzo de 2010

Nacho ha vuelto a hacerlo

Otra vez ha sido él. Otra vez, buscando aquello que pueda definir lo que trato de explicar. Otra vez. Él siempre se adelanta. Y lo hace como siempre: desgarrándo, abriéndose paso a cuchillazos y dejándolo todo lleno de sangre, despidiéndose con una sonrisa en sus saciados labios. Y, abierto en canal, me siento explicado y dotado de sentido; y, quizás el racionalista lo tache de paradoja, lo hace desde el sinsentido. Y duele y da placer al mismo tiempo. Y no es masoquismo. Y no hay contradicción posible. Así es la vida. Así es el hombre.


Nacho Vegas, "Stanislavsky"

Me descubro como actor,
bríndenme una ovación.
Lo haga bien o lo haga mal,
prometo hacerlo de verdad.
Hoy me encendí al anochecer,
tendré que limitarme a arder
hasta apagarme,
y después dolerá pensarme así
y no habrá ni un alma aquí.

Pido excusas ante vos
por mi esperma y por mi voz,
y saco brillo a las máscaras
tras las que soy capaz de hablaros,
y buscaré en el interior
algo parecido a un dios,
y seré como un rey
que se olvida de reinar
y aun así sigue siendo rey.

La, la, la ...

Viviré y moriré mil veces bajo estas luces
como un ser en rebelión que contiene multitudes.
Busco el dolor en mí, no, no a mí en el dolor
y empiezo preguntándome cómo, cuándo, dónde y por qué
siento aquí una herida que es mayor,
pero que se ha de volver menor.

La, la, la ...

Lo haga bien o lo haga mal,
ahórrense la ovación.
He prometido la verdad
y me descubro como actor.
Y trato de atisbar el mal,
mi alma espera una señal
que llega a la noche
y se clava agujas de coser
hasta el fondo una, y otra, y otra vez.

La, la, la ...

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