Otra vez ha sido él. Otra vez, buscando aquello que pueda definir lo que trato de explicar. Otra vez. Él siempre se adelanta. Y lo hace como siempre: desgarrándo, abriéndose paso a cuchillazos y dejándolo todo lleno de sangre, despidiéndose con una sonrisa en sus saciados labios. Y, abierto en canal, me siento explicado y dotado de sentido; y, quizás el racionalista lo tache de paradoja, lo hace desde el sinsentido. Y duele y da placer al mismo tiempo. Y no es masoquismo. Y no hay contradicción posible. Así es la vida. Así es el hombre.
Me descubro como actor,bríndenme una ovación.Lo haga bien o lo haga mal,prometo hacerlo de verdad.Hoy me encendí al anochecer,tendré que limitarme a arderhasta apagarme,y después dolerá pensarme asíy no habrá ni un alma aquí.Pido excusas ante vospor mi esperma y por mi voz,y saco brillo a las máscarastras las que soy capaz de hablaros,y buscaré en el interioralgo parecido a un dios,y seré como un reyque se olvida de reinary aun así sigue siendo rey.La, la, la ...Viviré y moriré mil veces bajo estas lucescomo un ser en rebelión que contiene multitudes.Busco el dolor en mí, no, no a mí en el dolory empiezo preguntándome cómo, cuándo, dónde y por quésiento aquí una herida que es mayor,pero que se ha de volver menor.La, la, la ...Lo haga bien o lo haga mal,ahórrense la ovación.He prometido la verdady me descubro como actor.Y trato de atisbar el mal,mi alma espera una señalque llega a la nochey se clava agujas de coserhasta el fondo una, y otra, y otra vez.La, la, la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario