jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Huir o perseguir?

Sólo lo dijo una vez aquello de "correr es de cobardes" y jamás lo volvieron a ver sentado, de hecho, jamás lo volvieron a ver. Ayer me llamó. Me dijo que un día salió a correr y, zancada tras zancada, acabó muy lejos de casa. Llegó tan lejos que hoy trabaja en el departamento de pruebas de una empresa de cintas de correr afincada en la Patagonia. Aún me pregunto cómo se las arregló para cruzar el océano. Quizás fuera el Mesías; que lástima, los judíos hace siglos que lo esperan y al pobre hombre no se le ocurre otra cosa más divina que invertir su profetizada existencia en correr. Y qué va a hacer... Nerón y los romanos hace tiempo que están criando malvas.
En fin una buena canción para correr y para fabricar ataúdes

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